Beany nos comenta que esta edición navideña huele tan bien como se siente: cálido, dulce y perfecto. Notas de vainilla y chocolate que hacen de cada sorbo un momento especial. El cuerpo es medio, con una textura aterciopelada que acaricia el paladar. La acidez, característica del café Arábica, es brillante pero equilibrada, resaltando las notas dulces y achocolatadas sin opacar su suavidad. Es perfecto para acompañar tus galletas favoritas con una manta calentita, ideal para celebrar la temporada.